NUESTROS
ORÍGENES
Chilluévar, apiñada entre calles estrechas y empinadas, desmaya su casería sobre la falda de la prominente serranía de Cazorla. Los picachos azulados de las montañas se elevan como guardianes a sus espaldas. Bajo sus pies, mientras es observada al fondo por Sierra Morena, se dilata majestuoso el horizonte de suaves colinas y olivares que pueblan la depresión del río Guadalquivir.
Los Almansas
Chilluévar parece tener su origen en una población dispersa en torno a Los Almansas, tradicionalmente ocupada desde la antigüedad por los romanos. Fue conocida por los árabes como Alcoray o Alcorache (El Balcón) haciendo alusión a su nombre debido a las maravillosas vistas de las que goza.
Dos circunstancias contribuyeron al fortalecimiento de esta aldea, por un lado las obras promovidas por el Cardenal de Toledo, Don Rodrigo Ximénez de Rada, en su afán de propagar la nueva fe cristiana en las tierras conquistadas a los musulmanes, y por otro, el trasiego de ganaderos por este lugar, al quedar Chilluévar como paso obligado de la Mesta en el camino que unía Andalucía y Levante.